Francisco Pescatori
Analista en Comunicación.
Frente al “estamos saliendo”, la narrativa de campaña que el Frente de Todos intentó instalar en la conversación durante estas primeras semanas proselitistas, la pandemia se resiste y la cepa Delta asoma como un condicionante de cara al 12 de septiembre, día del primer turno electoral.
El eje de la campaña se refuerza con “la vida que queremos”. En lo inmediato, esto se cristaliza en “poner plata en el bolsillo de la gente”: un paquete de $700.000 millones en asistencia social, subsidios energéticos, transporte, beneficios impositivos y de consumo.
Sin embargo, el gobierno arrastra el pecado original de apostar por una vacuna cuya segunda dosis escasea y se está dando la situación de que jóvenes menores de 40 años ya cuentan con la vacunación completa, mientras sus abuelos, el grupo más vulnerable, aún espera por el segundo componente. Llegar con esta situación a septiembre, limitaría el “estamos saliendo” y la sustentabilidad del mensaje que impulsa el Frente de Todos.
A su vez, el gobierno no pudo controlar los daños del escándalo de las visitas a Olivos, aunque frente al vacunatorio vip parezca ser una cuestión más pequeña. Sin embargo, el tema se instaló en la agenda de los medios y, en este contexto, los candidatos del Frente de Todos deben responder en cada intervención.
En este escenario, sí existe una coincidencia en ambos lados de la grieta y es el sentimiento de desesperanza que anida en la sociedad. Según un trabajo de Opinaia, para el 65% de la población ni el gobierno ni la oposición brindan soluciones a la sociedad, mientras que 4 de cada 10 no se siente representado por ningún partido.
Aquí es donde penetran los mensajes como el de Javier Milei de “sacar a patadas en el culo” a los políticos. O el frente de izquierda, que en provincias del norte puede alcanzar los dos dígitos de intención de voto.
La primera piedra
Mientras algunas almas bellas de Juntos por el Cambio intercambiaban el borrador de un documento para transitar una interna en paz, Manes soltó un ataque contra Santilli, con cuestionamientos al uso de los fondos porteños. Inmediatamente, el gobernador de Jujuy Gerardo Morales, profundizó este cuestionamiento en un raid mediático apuntando directamente contra Rodríguez Larreta como el responsable de una supuesta campaña en Twitter contra Facundo Manes.
Cuando el neurólogo se venía a posicionar como un elemento outsider, en menos de una semana se autolesiona con un ataque propio del sistema político.
¿Qué ofrecerá la oposición a la sociedad en esta elección? Hasta el momento, sólo se puede ver disputas por posicionamiento, como el de Morales o de Vidal de cara a 2023 -¿están escuchando lo que les pasa a los ciudadanos?-.
COMENTARIOS
¿Querés unirte a la conversación?Contribuí con tu comentario: