Poliarquía Consultores midió el impacto y las consecuencias de las clases virtuales en las familias del Gran Buenos Aires. El 59% de los chicos debe compartir con otras personas del hogar el dispositivo para acceder a las clases virtuales.
Las clases presenciales y la educación son algunos de los temas que han cobrado mayor importancia en la opinión pública a causa del coronavirus.
En ese sentido, de acuerdo con un estudio realizado por Poliarquía Consultores del que participaron padres con hijos en edad escolar, cinco de cada diez alumnos del Gran Buenos Aires no tienen clases todos los días y el 59% de los chicos, debe compartir con otras personas del hogar el dispositivo para acceder a las clases virtuales.
Con el objetivo de identificar el impacto de las clases virtuales en sus hogares, los encuestados indicaron que el principal problema de que los niños/as tengan clases virtuales, es la menor calidad de enseñanza (57%). Este punto fue mencionado en mayor medida entre los padres de nivel socioeconómico más bajo y quienes tienen hijos en primaria y/o secundaria.
En ese sentido, pero con menor intensidad, aparecen otras menciones como problemas de sociabilización (18%) y desorganización familiar (11%). Además, una amplia mayoría, el 53% de los consultados, considera a la educación virtual como poco o nada (26%) eficaz en la enseñanza de los chicos.
Respecto al impacto emocional sobre los hijos, el estado anímico y la ansiedad o estrés de los menores, los encuestados indicaron que fueron las dos mayores consecuencias del aislamiento: el 43% y el 53% respectivamente, consideraron que estas cuestiones empeoraron desde que las clases son virtuales.
A su vez, el 65% cree que la motivación de los hijos para asistir a las clases virtuales y el nivel de aprendizaje es menor ahora que con las clases presenciales.
En cuanto a las diferencias entre la presencialidad y la virtualidad en la cursada, un 76% percibe un menor nivel de aprendizaje de sus hijos, un 65% cree que la motivación para asistir a clases virtuales ha disminuido y un 48% de los chicos dedican menos tiempo a hacer las tareas.
Además, siete de cada diez encuestados señalan que quien se encarga de los hijos mientras no hay clases presenciales es la madre y el 23% admite que algún miembro de la familia tuvo que dejar de trabajar o reducir la jornada laboral para cuidar a su/s hijo/s en el horario que antes iba/n a la escuela.
Asistencia a la escuela
En épocas donde la educación se hace cada vez más necesaria, más de la mitad (54%) de los encuestados dice que sus hijos asisten algunos días a las clases virtuales y el 44% todos los días.
En ese sentido, la asistencia virtual de lunes a viernes es el doble en escuelas de gestión privada que en las públicas (62% vs 32%) y directamente proporcional con el nivel socioeconómico de cada familia, es decir, a mayor nivel socioeconómico mayor asistencia a clase: 61% nivel medio-alto, 36% nivel bajo.
Otro punto en el que las escuelas estatales registran peores números, es en la cantidad de horas dictadas por día. El 53% de los chicos que asisten a escuelas de gestión pública tienen menos de dos horas diarias de clase, mientras que un 62% de los que asisten a escuelas de gestión privada tienen entre dos y cuatro horas de clases por día.
Inclusión tecnológica
Por otra parte, un gran escollo que han tenido las familias del Gran Buenos Aires desde que inició la pandemia es el acceso a dispositivos tecnológicos.
El principal dispositivo utilizado para el seguimiento de las clases virtuales es el celular (71%), mientras que el 27% utiliza computadora portátil y el 16% computadora de escritorio. El uso del celular para participar de las clases virtuales es mayor entre aquellos que van a la escuela pública (83% vs 52% de escuelas privadas) y a medida que disminuye el nivel socioeconómico (44% medio-alto, 64% medio y 83% bajo).
En ese sentido, el 59% de los chicos no tiene exclusividad en el uso del dispositivo que utilizan para las clases y lo deben compartir con otras personas y sólo el 41% de los alumnos lo tienen disponible en cualquier momento. En esa línea, la disponibilidad en cualquier momento es mayor entre alumnos de escuelas privadas (55%) que en las públicas (32%) y a medida que el nivel socioeconómico es mayor (29% bajo, 50% medio y 58% medio-alto).
Casi un tercio de los encuestados (28%) señala que sus hijos no tienen un lugar en su casa para que puedan tener las clases virtuales sin distracciones ni interrupciones y un porcentaje similar (31%) dice que no cuentan con libros de textos/material didáctico para el seguimiento de clases (34% en los niveles bajos y 15% en los medio-altos).
Sobre el estudio:
Universo: personas residentes en el Gran Buenos Aires, que tienen hijos en edad escolar, convivan o no con ellos en el hogar.
Tipo de encuesta: presencial en centro de concentración o circulación de personas.
Características de la muestra: fue estratificada de acuerdo a tres zonas del GBA: norte, oeste y sur. Los casos asignados a cada una fueron proporcionales a su pedo poblacional. En total se seleccionaron 40 puntos muestras distribuidos en el conurbano (en cada uno se realizaron 15 encuestas).
Tamaño total de la muestra: 600 casos.
Error estadístico: si bien no se trata de una muestra probabilística en todas sus etapas, el margen de error asociado para un nivel de confianza es de 95% +/- 4%.
Fecha del trabajo de campo: entre el 14 y el 18 de mayo 2021, periodo en el que los alumnos del GBA tenían clases virtuales.
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